Es muy habitual que en la vida, alguna vez al menos, queramos hacer alguna comparación de algo, la calidad de dos bocinas, la durabilidad de dos baterías, la velocidad de dos perros, la calidad de dos pinturas etc.
Es muy común también, que se caiga en errores de medición debido a la mala costumbre de tomar las cosas «como caigan» o «al hay se va».
Si queremos medir la potencia de dos baterías, no hacemos la medición en condiciones desiguales para cada una, una con más carga y otra con menos carga en un juguete diferente, esto; nos arrojaría resultados erróneos y por lo tanto nuestra medición y comparativa resultaría errónea.
Si medimos la calidad del teflon de dos sartenes no se realiza haciendo uno a flama alta y otro a flama baja, si queremos medir algo en cuanto a la calidad, durabilidad etc., lo hacemos exactamente con las mismas ventajas o desventajas para cada uno y a mayor detalle mayor calidad tendrá nuestro resultado.
Cuantas veces hemos leído: «Comparé mi Windows y mi Linux recién instalados en mi maquina y Linux es más rápido que Windows».
Acá, de manera rápida podemos ver muchísimos posibles errores de medición, afirmación, testeo etc.. que alteran los resultados y citaremos algunos.
1.- ¿Es mas rápido en que? ¿en encender?, ¿en apagar?, ¿en abrir un navegador? ¿en instalar un programa?, ¿en desplegar un gráfico? ¿en arrojar una operación matemática? etc..
2.- Si están instalados en la misma maquina… ¿tienen asignada una partición de las mismas dimensiones y con la misma cantidad de clusteres?, ¿son discos independientes? ¿son de la misma marca?, ¿qué tiempo tienen de instalados una y otra instalación?
3.- ¿Qué programas extras tienen cada uno aparte del sistema operativo?, ¿tienen la misma cantidad de memoria de intercambio?, ¿cuantos procesos aparte del medido esta ejecutandose?.
4.- ¿El test se realizo a la misma hora, y las condiciones de humedad, temperatura, eran las mismas?.
5.-¿La temperatura del CPU era la misma?.
6.- ¿Has probado en otro hardware diferente al tuyo para hacer afirmaciones?, ¿has variado la capacidad de memoria RAM? ¿la marca? ¿la posición en los bancos de memoria?, ¿y lo mismo para discos duros?, ¿y lo mismo para tarjeta madre? ¿y los mismo para fuentes de poder?, ¿y los mismo para todo lo que se te ocurra?.
Hay muchisimos más parámetros por supuesto a tomar en cuenta cuando de comparar productos se trata y debemos de tener cuidado de sólo decir «he probado mi Windows y mi Linux y es más rápido el uno que el otro.
si haremos una comparativa , debemos hacerlos apegados al método científico y hacerlos una y otra y otra vez hasta aburrirnos de que los resultados arrojados son los mismos o hay una variabilidad mínima, la cual también debemos de tomar en cuenta y analizarla en su caso.