Artículo que reflexiona sobre las similitudes entre el estilo bazar enunciado por Eric S. Raymond y la construcción de un foro.
La catedral y el bazar (y el foro)
El ensayo “La catedral y el bazar”, fue escrito en 1997 por Eric S. Raymond, y en él, contrapone cómo se crea el Software Libre (estilo bazar: como el sistema operativo Linux) con el software propietario (estilo catedral: como cualquier programa que podáis comprar: Windows, Word, un juego, etc.). Es un ensayo bastante importante para la tribu del Software Libre y está disponible en www.catb.org. El ensayo contiene, sobre todo, el relato de cómo se construyó un programa, llamado Fetchmail, aplicando conscientemente la idea de hacerlo al estilo bazar, entre todos, y las lecciones que se pueden extraer de ello.
Lo que trato de hacer en este artículo es ver cómo buena parte de lo se dice en ese ensayo es aplicable a este foro y a cualquier otro.
Empecemos por la catedral: Una página Web construida por unas determinadas personas, únicos transmisores de la información que contiene, y que los demás sólo pueden admirar o entrar en ella sin modificarla, es una catedral en el sentido que aquí nos ocupa.
Un foro, desde este punto de vista, es como un bazar. Lo construimos entre todos, lo que escribimos está disponible inmediatamente para los demás, la función ideal de los administradores y moderadores es de coordinación y motivación, no de coerción, y podemos decir que la inteligencia del foro en su conjunto es superior a la de sus miembros (efecto Delphi: la opinión media de una masa de observadores igualmente expertos o ignorantes es más acertada que la de uno de ellos elegido al azar).
Una de las frases más conocidas del ensayo es “Given enough eyeballs, all bugs are shallow” que viene a ser, “si hay suficientes ojos, todos los errores son leves” y que viene a resumir el conocido fenómeno por el cual, si un foro, mercado o cualquier reunión de gente con un propósito común dispone de suficientes participantes, siempre habrá alguien que dará con la solución a un problema que se presente. En el caso de un foro, es el que alguien sepa la información que se pregunta. También podría expresarse algo parecido como: mil cerebros piensan o saben más que el más inteligente de ellos.
Pero el ensayo contiene más frases a modo de lecciones que se pueden aprender. Vamos con algunas de ellas y cómo podríamos aplicarlas a un foro.
- Toda obra interesante empieza por rascarse una inquietud personal de quien la programa. Lógicamente cualquier foro nace cuando le surge una inquietud a sus fundadores.
- Tratar a tus usuarios como co-desarrolladores es el camino más corto para la mejora de tu programa. En el caso de un foro, es corriente que, en muchos de ellos, parte de los moderadores hayan empezado como usuarios y luego se les haya invitado a sumarse al proyecto de otra manera.
- Si tratas a tus usuarios como tu recurso más valioso, responderán convirtiéndose en tu recurso más valioso. Esto se cumple en muchos foros, afortunadamente.
- Actualiza pronto, actualiza a menudo. Muchos foros se actualizan constantemente. Así todos los participantes podían ver la mejora inmediatamente, lo que les anima a participar al ver sus mejoras a diario.
- Los que se apuntan a un proyecto se auto seleccionan porque les interesa. En cualquier foro se da este fenómeno, favorable a su funcionamiento, al ser gente que comparte unos mismos intereses.
- Lo mejor, además de tener buenas ideas, es reconocer buenas ideas de tus usuarios. No hace falta ni comentarlo.
- No puedes empezar desde el principio un proyecto en plan bazar. Puedes probarlo y mejorarlo, pero no originarlo. Cuando presentas algo a la comunidad, debes ser capaz de presentar algo prometedor e ilusionante. Tiene que ser capaz de funcionar y convencer a todos de que en el futuro va a ser todavía mejor.
El capítulo se cierra diciendo que para que el bazar funcione, ayuda mucho que tengas al menos una cierta habilidad para caer bien a la gente. Los administradores de un foro han de tener este tipo de habilidades en mayor o menor grado.
Lo siguiente que nos dice el ensayo es el contexto social en el que esto sucede. Y lo primero que señala es que Internet hace posible construir comunidades mucho más grandes y de gente mucho más lejana de lo que jamás se hubiera podido soñar hace años. Ahora el talento de tu proyecto no ha estar cerca. Puede estar en cualquier parte del planeta. Exactamente lo mismo que le pasa a la economía de mercado (otro sistema descentralizado) cuando se inventa el ferrocarril, el teléfono, el coche, el avión o cualquier sistema que suponga una mayor cercanía de sus participantes, que florece y demuestra sus ventajas frente a la economía planificada. De hecho, en el ensayo, el autor no duda en hablar de la “carrera armamentística” entre el software propietario y el libre, en clara alusión a la guerra fría que ganó EE.UU. Para que el sistema descentralizado funcione, sus participantes deben hallar un buen medio de ponerse en contacto, como en un bazar al que van todos, o en un foro en el que todos escriben.
En definitiva, un foro se construye como un bazar o mercado. Con muy poca autoridad centralizada y sin que esta se crea que lo sabe todo: al contrario, invita constantemente a participar para que todo el mundo diga lo que sepa y así se mejore entre todos, aportando cada uno lo que pueda. Sólo se interviene lo justo y en bien del foro y de los foreros. El modelo de bazar armoniza el interés privado de los usuarios, que buscan información o entretenimiento, con el de la comunidad, ya que la información que entregan a cambio revierte en todos. Igual que en un bazar o mercado ha de entregarse siempre algo a cambio y nada es gratis, en un foro sucede igual si está bien llevado.
Por último, Eric S. Raymond dice al final que casi titula su ensayo “La catedral y el ágora”. Ágora y foro son, mira tú por donde, lo mismo.
Enlaces de interés:
www.catb.org